28 de mayo – Santiago

Hoy fue nuestro último día entero en Santiago, y lo pasamos bien. Por la mañana, fuimos al mercado municipal de la ciudad, donde los dueños de muchos restaurantes van cada día para comprar ingredientes para hacer sus recetas.  Como hoy era lunes y no se pesca los domingos, no había mucho pescado (sólo pescado congelado), pero sí había muchas verduras y varios tipos de carne y queso.

Después, tratamos de visitar el museo de azabache, pero todavía no estaba abierto.  Por eso, decidimos ir a la Universidad de Santiago de Compostela (la cual se conoce como “USC”) y ver algunas de sus facultades.  Primero, fuimos a la facultad de medicina, la cual estaba muy cerca de la catedral.

Según nuestra profesora, es muy difícil entrar en esta facultad—la nota mínima para entrar cambia cada año, pero usualmente se necesita por lo menos una nota promedia de 9/10, la cual es como una A.  Los estudiantes aquí entran directamente en una facultad específica en vez de lo que hacemos en los Estados Unidos: tomar cursos más generales y luego ir a la escuela graduada para estudiar algo específico. A mí me parece que la vida de los estudiantes españoles es muy intensa, pero generalmente hacen menos actividades fuera de la clase, así que tienen más tiempo libre para socializar.

También fuimos al campus central de la Universidad, la cual está en la parte más moderna de la ciudad.  Visitamos la facultad de psicología, y vimos un aula de clase.

No sabía antes que Santiago era tan moderno—ya que sabía tanto sobre su significancia histórica, no me daba cuenta de que tenía otra dimensión muy nueva.

Antes de volver al hotel, decidimos almorzar en un bar, y pedí una ración de tortilla española.  Me gustó mucho, especialmente con el balsámico que lo acompañaba. Quiero tratar de cocinar una tortilla cuando vuelvo a los Estados Unidos.

Por la tarde, fuimos otra vez a la catedral para ver una representación virtual del Pórtico de la Gloria, el cual consiste en varias esculturas en la entrada de la catedral que narran historias religiosas.  Como el pórtico real estaba cerrado para restauraciones, tuvimos que ir al museo de la catedral para ver esta versión virtual, pero después de aprender sobre el Pórtico de la Gloria, ahora entiendo muy bien por qué hay que restaurarlo: el mármol se está decayendo mucho.  Por eso, no me importó ver esta representación en lugar del pórtico real.

Tratamos otra vez de ir al museo de azabache por la tarde, pero todavía estaba cerrada, así que tendré que volver a Santiago para verlo.  Tuvimos un poco de tiempo libre para ver la ciudad, así que compré algunos recuerdos.  A las siete, nos reunimos otra vez para subir a las cubiertas del catedral.  Las vistas desde encima del edificio eran magníficas, y me hicieron darme cuenta del tamaño de la ciudad de Santiago.  Sin duda, fue la actividad perfecta para terminar nuestro tiempo aquí en Santiago.

Cuando bajamos de las cubiertas, eran las ocho de la tarde, así que fuimos al restaurante del hotel para cenar.  Nos sirvieron arroz con vegetales y pechuga de pollo, y como hemos comido tanto pan durante este viaje, me gustó mucho el arroz, el cual incluso tenía alcachofas.

Después de la cena, volvimos a nuestras habitaciones para hacer nuestros proyectos finales.  Mañana, vamos a ir a Finisterre por autobús, y después, a La Coruña, donde pasaremos los últimos tres días del viaje.  Mi experiencia aquí en España casi ha terminado, pero si pienso en el primer día de estar aquí, me doy cuenta de que he experimentado mucho durante estas tres semanas.  Estoy muy emocionado por ver la última ciudad de nuestro viaje, así que ¡hasta mañana!

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